Cuando una
célula se daña, dispone de la capacidad de elaborar ciertas sustancias químicas
que están facultadas para estimular y activar las células normales
adyacentes
Libro de
Urantia. Pág.735
Sólo cuando logramos unir nuestra espiritualidad a la ciencia con una
mente abierta y sin temores de ninguna especie, logramos un mayor conocimiento
de nuestro cuerpo físico y mental, adquiriendo así un mayor discernimiento de lo
que nos ocurre, porque "la ciencia del mundo material, permite al hombre
controlar y hasta cierto punto dominar su ambiente físico."1139 porque nuestra
mente es eminentemente creadora y por lo mismo debemos usarla y ponerla a
nuestro servicio para mantener nuestro cuerpo sano, sin por eso desestimar los
cuidados físicos de prevención.
Hoy la ciencia sabe que el cerebro convierte
los pensamientos, sentimientos y los impulsos no materiales, en moléculas
mensajeras, mediante las cuales se comunican las células del sistema
nervioso. Los pensamientos son el lenguaje de las moléculas, es la conciencia
influyendo en la llamada bioquímica. También se sabe que cada célula de nuestro
sistema inmunológico, que nos protege de infecciones, procesos degenerativos,
etc. está siendo continuamente afectada por el diálogo interno que estamos
constantemente manteniendo, pues cada célula del sistema nervioso de todo el
cuerpo tiene pensamientos, toma decisiones, tiene memoria y posee un intelecto,
aun cuando esto nos parezca difícil de creer.
“ Muchas características de la vida humana ofrecen
abundantes pruebas de que el fenómeno de la existencia mortal se planeó con
inteligencia, y de que la evolución orgánica no es una casualidad cósmica.
Cuando una célula viviente se daña, dispone de la capacidad de elaborar ciertas
sustancias químicas que están facultadas para estimular y activar las células
normales adyacentes de tal modo que éstas comienzan inmediatamente la secreción
de ciertas sustancias que facilitan los procesos curativos en la lesión; a la
par, estas células normales no lesionadas comienzan a proliferar y de hecho
emprenden la creación de nuevas células para reemplazar toda célula compañera
que pudiese haber sido destruida por este daño.”735
Sabemos que el cuerpo humano no es una estructura anatómica congelada,
sino que en realidad es un centro de inteligencia, de energía e información, que
al igual que todo en el universo está hecho de átomos, compuestos de partículas
subatómicas que se mueven a la velocidad de la luz alrededor de enormes
espacios, y que no son objetos materiales, sino fluctuaciones de energía e
información. "La mente es el instrumento cósmico sobre el cual la voluntad
humana puede tocar la discordia de la destrucción, o sobre la cual esa misma
voluntad puede extraer las melodías de identificación con la divinidad y la
supervivencia eterna."1217 manteniendo así una buena salud, mientras estamos en
el cuerpo físico que debemos cuidar porque es el templo de Dios y porque es a
través de él que podemos conseguir nuestro ascenso paulatino al
Paraíso.
yolanda silva solano yosis282@gmail.com