El creer en el evangelio no prevendrá los problemas,
pero sí asegurará que vosotros actuaréis sin miedo cuando los problemas
ocurran.
Libro de Urantia, Pág.1767
Lo valioso es sentirnos unidos al Padre y
aceptar su voluntad, cuando nuestros ojos están nublados por el llanto y nuestro
corazón afligido por el dolor de estar viviendo una experiencia aparentemente
negativa, es entonces cuando debemos tener presente que “la sabiduría del hombre
nace de las pruebas y los errores de la experiencia
humana”58
Es entonces cuando debemos
recordar que el Padre nos ama y que el sufrimiento es el crisol donde nuestra
alma se templa y purifica. Las pruebas
son el barómetro con el cual podemos medir nuestro avance y desarrollo
espiritual, porque “no podemos percibir la verdad hasta que no la experimentamos
con los sentimientos y muchas verdades no son realmente sentidas excepto en las
adversidades” 557.
“Los mortales tan sólo aprendemos la sabiduría
a través de la experiencia de las tribulaciones” 1663. “El amor de Dios es por naturaleza un afecto
paternal, por consiguiente a veces nos disciplina por nuestro propio bien, para
que podamos ser partícipes de su santidad.
Incluso durante nuestras pruebas más duras, recordemos que en todas
nuestras aflicciones, El se aflige con
nosotros”69.
El ser humano, que persigue la
felicidad en forma equívoca, en los
problemas y los sufrimientos como un castigo o como algo negativo, sin detenerse
a pensar que a través de ellos podemos evolucionar y desarrollar capacidades y
fuerzas ocultas que están latentes en nuestro interior.
No es malo llorar ni sentirse
triste, los problemas y las penas son algo inherente a nuestra condición humana
y lo peor que podemos hacer es reprimir nuestros sentimientos
bajo una coraza de evolución espiritual.
Esto no es fortaleza sino autoestima, una forma de mantener nuestra
imagen ante los demás y ante nosotros mismos.
Aprovechar los sufrimientos es algo muy diferente a la represión, pues el
primer paso, es reconocer que estamos sufriendo y hacernos consciente de
nuestras emociones ya que es imposible asumir, ni mucho menos transmutar, lo que
no se acepta.
Los problemas y los sufrimientos asumidos, se convierten
en pasaporte a la eternidad.
yolanda silva solano yosis282@gmail.com