Las
puertas de la eternidad, se abren tan sólo en respuesta a la libre elección de
los hijos dotados de libre albrdrío.
Libro
de Urantia. Pág.71
Si nuestro deseo de evolucionar es sincero, trataremos de escuchar a
nuestro Ajustador en el silencio de nuestra alma, pero debemos estar alertas,
para no pensar que cualquier motivación o sugerencia aparentemente buena es
dictada por él, porque no es así, porque
“aun cuando ellos, consiguen transmitir un resplandor de la nueva verdad
al alma mortal evolutiva, esta revelación espiritual, frecuentemente ciega tanto
a la criatura, que la precipita a una convulsión de fanatismo o de otro
trastorno intelectual que resulta desastroso.
“1207
“Demasiado de lo que surge de los recuerdos de los
niveles inconscientes de la mente humana se ha interpretado erróneamente como
revelación divina y guía espiritual”1099
“Jesús nos ha enseñado que Dios vive en el
hombre; ¿cómo podemos pues inducir al hombre a liberar esos poderes de divinidad
e infinidad de dentro del alma? ¿Cómo inducir a los hombres a liberar a Dios
para que él pueda salir adelante y refrescar nuestra alma al pasar hacia afuera
y luego esclarecer, elevar y bendecir innumerables otras almas? De una cosa
estoy seguro: la excitación emocional no es el estímulo espiritual ideal. La
excitación no aumenta la energía; más bien
agota los poderes tanto de la mente como del
cuerpo-“1777
La única forma de vislumbrar que estamos tratando de colaborar con nuestro
Espíritu residente, es por la forma en que estamos viviendo nuestra vida diaria.
¿no acordamos que nuestro cuerpo es la morada de Dios y lo cuidamos como tal?
Nuestra mente ¿está limpia del rencor, de los resintimientos, de lo negativo.?
Nuestra alma ¿está sedienta del agua viva que Jesús ofreció a la
Samaritana?
Contestar con sinceridad estas preguntas, nos pueden dar la pauta de cual
está siendo nuestra conexión con nuestro Espíritu residente, y el grado de
nuestra espiritualidad, recordemos que por mucho que él quiera ayudarnos no lo
puede hacer sin nuestro pleno consentimiento porque por sobre todo, él respeta
el don de nuestro albedrío pues “no se puede forzar a ninguna criatura a
emprender la aventura eterna, porque las puertas de la eternidad, se abren tan
sólo en respuesta a la libre elección de los hijos dotados de libre
albrdrío.”71
yolanda silva solano yosis282@gmail.com