Cambiar de opinión y no aferrarnos a lo que en momento fue cierto
para nosotros, es tener sabiduría, porque ella precisamente nace "de las pruebas
y los errores de la experiencia humana"58 pues "la sabiduría es de doble origen,
se deriva de la perfección del discernimiento divino, intrínseco en los seres
perfectos y de la experiencia personal adquirida por las criaturas volitivas"216
Para nosotros criaturas finitas y con una mente limitada, este
proceso de asimilar la enseñanza y ponerla en práctica para que se convierta en
algo vivo, es un camino lento que requiere de mucho esfuerzo y también de mucha
constancia y sinceridad, porque nadie evoluciona en un día. Dios no nos pide que
seamos perfectos de la noche a la mañana, pues la perfección es un proceso lento
y no alcanzable en esta vida, "es una meta no nuestro origen"805 por eso, no es
tan importante lo que hacemos como lo que tratamos de hacer, porque "el Padre
mira dentro del corazón de los hombres y juzga por los deseos íntimos y las
intenciones sinceras"1571
Nada nos
aleja más del Bien, que el justificar nuestras faltas en vez de reconocer
nuestros errores, porque al hacerlo obedecemos a nuestro ego, en vez de escuchar
la voz interna de nuestro Espíritu que nos guía hacia lo que es bueno, verdadero
y bello. Al justificar nuestra faltas nos estamos privando de la oportunidad de
avanzar en la búsqueda de la verdad, porque nadie busca lo que ya cree poseer.
"La religión es una revelación al alma humana que se refiere a las realidades
espirituales que la mente por sí sola jamás podría descubrir ni desentrañar
completamente. El esfuerzo intelectual puede revelar los hechos de la vida, pero
el evangelio del reino da a conocer las verdades de
ser.”1641
El pedir
disculpas, el reconocer los errores, no empequeñece a nadie, por el contrario
ese reconocimiento de la falta, se convierte en energía positiva que nos ayuda a
ser mejores. Cambiar de opinión es aprender a ser dúctil con nosotros mismos,
porque nunca debemos olvidar que en esta vida nada es definitivo."nada puede ser
probado en forma absoluta, tanto la ciencia como la religión se basa en
suposiciones"1139 entonces ¿por qué nos empeñamos tanto en ser nosotros
infalibles y esconder en vez de reconocer nuestros errores?
Esta forma
equivocada de vivir nos hace ser complacientes con nosotros mismos y a la vez
intolerantes e injustos, porque exigimos a los demás lo que nosotros no somos
capaces de hacer, olvidando que " la intolerancia es la máscara que oculta
secretas incertidumbres sobre la verdad de las creencias de uno. Ningún hombre
nunca se molesta por la actitud de su prójimo, si tiene absoluta confianza en la
verdad de lo que cree de todo corazón. El coraje es confianza en la total
honestidad de lo que profesamos creer. Los hombres sinceros no temen el examen
crítico de sus convicciones firmes e ideales nobles.1641porque saben que la fe
viva no fomenta el fanatismo, la persecusión, ni la
intolerancia.1115
No
tengamos miedo a cambiar de opinión, ni tampoco a reconocer nuestros errores,
porque la verdad no es estática y porque son nuestros errores corregidos los que
nos llevan a la comprensión de la verdad.