Quién conoce a Dios se enfrenta a todos los
obstáculos y triunfa sobre ellos, los supera mediante su fe viva y alcanza las
alturas de la experiencia a pesar de ellos.
Libro de Urantia. Pág.1126
Muchos de nosotros,
tenemos acumulados en nuestra mente grandes conocimientos, pero ¿ de qué nos
sirven si no somos capaces de ponerlos en práctica en nuestra vida cotidiana.?
“El conocimiento se puede demostrar, la verdad se experimenta, el conocimiento
es una posesión de la mente, la verdad es una experiencia del alma, del yo en
progresión” 1194, “porque la verdadera religión está viva y la cristalización
intelectual de los conceptos religiosos, es el equivalente de la muerte
espiritual. No podemos concebir la religión sin ideas, pero cuando la religión
se reduce tan sólo a una idea, ya no es religión, sino una especie de filosofía
humana” 1121.
Hagamos un alto en
nuestras vidas, y escuchemos la voz de nuestro Espíritu residente que nos guía,
para vivir nuestra vida como verdaderos hijos de Dios, no más quejas inútiles
sobre la injusticia, seamos nosotros más justos... no más hablar contra la
guerra, hablemos de la paz y vivamos en paz, encendamos una velita... en vez de
maldecir la oscuridad, porque “el individuo que conoce a Dios se enfrenta a
todos los obstáculos y triunfa sobre ellos, los supera mediante su fe viva y
alcanza las alturas de la experiencia a pesar de ellos”.1126
Cuando aprendemos a
ver a Dios, en los sitios donde nunca antes lo habíamos visto, cuando él está
presente en las cosas ordinarias del diario vivir, cuando se despierta nuestra
capacidad de asombro ante lo que creíamos saber, cuando sintiendo nuestra
pequeñez como seres finitos, somos capaces de confiar que con Dios todo es
posible... entonces, nuestra conciencia se expande y el mundo tiene sentido,
porque hemos encontrado el sitio para lo espiritual y sagrado sin desvincularlo
de la realidad mortal.
Cuando la religión
nos permite reconocer la verdad, en las cosas no vistas y escuchar los mensajes
a través del lenguaje no hablado, quiere decir que hemos encontrado nuestra
religión viva y personal, la única trascendente y verdadera que nos permite
afrontarlo todo sin miedo, porque hemos encontrado a Dios, no fuera sino dentro
de nosotros.
El sentir a Dios,
nos da la serenidad para creer que el mundo tiene sentido, a pesar del caos. El
tomar conciencia de lo que ocurre, nos ayuda a no ser extremistas en nuestros
juicios y en nuestras reacciones, porque comprobamos que nada es abiertamente
malo, ni nada es perfectamente bueno y que los problemas sólo se solucionan
cuando se asumen.
“ A lo largo de las
vicisitudes de la vida, recordad siempre, que debéis amaros los unos a los
otros. No luchéis con los hombres, ni siquiera con los incrédulo. Mostrad que sois ciudadanos leales, artesanos
nobles, vecinos dignos de encomio, parientes devotos, padres comprensivos y
creyentes sinceros, en la hermandad del reino del Padre. Así mi espíritu estará
con vosotros hasta el fin del mundo”. 1932
yolanda silva
solanoyosis282@gmail.com