No es tan
importante que conozcáis el hecho de Dios, como que crezcáis cada vez más en la
habilidad de sentir la presencia de
Dios
Libro de
Urantia. Pág 1733
El alma, no podría existir si no
fuese por la mente material del hombre
que es “el telar cósmico que lleva el tejido moroncial sobre el cual el Espíritu
residente teje diseños espirituales de un carácter universal de valores
duraderos y significados divinos”1218, por lo tanto, para tratar de hablar del
alma, primero tenemos que hablar de la mente.
“Tal como la
evolución de la mente, depende y se demora por el desarrollo lento de las
condiciones físicas, asimismo, el progreso espiritual depende de la
expansión mental y el retraso mental lo
retarda indefectiblemente. Pero, lo
anterior no supone que la evolución espiritual dependa de la enseñanza, la
cultura y la sabiduría. El alma puede
evolucionar a pesar de la cultura mental, pero no sin la capacidad mental y el
deseo y la elección de la supervivencia y la decisión de lograr la perfección en
creciente escala de hacer la voluntad del Padre celestial” 740.
“La mente, aunque
no es de evolución física, depende por completo de la capacidad cerebral, siendo
conferida ésta por el desarrollo puramente físico y evolutivo”. “Los que logran la unión cósmica perduran, en
tanto los que se quedan cortos de esta meta, cesan de ser” 670.
“La mente conoce
cantidad, realidad y significados, pero los valores se sienten. Lo que siente es la creación
mutua de la mente que sabe, y el espíritu asociado, que la hace real”
1219.
Por eso “no es tan
importante que conozcáis el hecho de Dios, como que crezcáis cada vez más en la
habilidad de sentir la presencia de
Dios” 1733. Pero no como un misticismo exaltado, sino en nuestra comunión diaria
con El en medio de nuestras acciones corrientes.
yolanda silva
solano yosis282@gmail.com