El alma en evolución no se vuelve
divina por lo que haga, sino por lo que deja de hacer.
Libro de Urantia.
Pág.557
“La carrera mortal
para la evolución del alma, no es tanto un período de prueba, como un período de
capacitación. La fe en los valores
supremos, es el corazón de la religión, la experiencia religiosa genuina
consiste en la unión de los valores supremos y de los significados cósmicos como
una realización de la realidad universal” 1219.
“La creación
mecánica procede inexorablemente de acuerdo con el propósito del Padre Eterno,
pero la creación volitiva tiene la elección de aceptar o rechazar el papel de
participación de la personalidad en la aventura de la eternidad. El hombre mortal no puede destruir los
valores supremos de la existencia humana, pero puede definitivamente
prevenir la evolución de estos valores
en su propia existencia personal” 1285.
“Durante la vida,
la voluntad mortal, el poder de la personalidad de decisión y elección residen
los circuitos materiales de la mente. A
medida que procede el crecimiento mortal terrestre, este yo, con sus
invalorables poderes de elección se vuelve cada vez más identificado con la
entidad emergente, el alma moroncial. Después de la muerte y después de la
resurrección en el mundo de estancia, la personalidad humana está completamente
identificada con el yo moroncial. El
alma de este modo es el embrión del futuro vehículo moroncial de identidad de la
personalidad” 1219.
“El hombre mortal
está dotado de libre albedrío, de poder de elección, y aun cuando dicha elección
no sea absoluta, es sin embargo relativamente final en un nivel finito y
respecto al destino de la personalidad
que selecciona” 1300.
“El alma en evolución no se vuelve
divina por lo que haga, sino por lo que deja de hacer”557 según sea lo que haya recibido, recordemos la
parábola de los talentos, al mayordomo, se le castigó no por haber perdido lo
que se le había entregado, sino porque no lo hizo fructificar. “No se puede recibir tanto y no dar nada a
cambio” 435.
¡Qué tremenda
responsabilidadl, no somos un ente solitario, todas nuestras acciones y
pensamientos en su calidad de vibración, tienen repercusión no sólo en nuestro
planeta, en nuestro universo, sino que alcanzan hasta el Dios infinito
!.
yolanda silva solano yosis282@gmail.com