“El verdadero hijo
del discernimiento universal busca el Espíritu vivo de la verdad en toda palabra
sabia.
Libro de Urantia. Pág.
1949
“El hombre no
podría amar en forma altruista y espiritualmente, si no viviera en su mente un
amante divino. El hombre no podría
comprender verdaderamente la unidad del universo, si no viviera en su mente un
intérprete. No podría estimar los
valores morales y reconocer los significados espirituales, si no viviera en su
mente un evaluador. Este amante surge de
la fuente misma del amor infinito, este intérprete es parte de la Unidad
Universal, este evaluador es el hijo del Centro y Fuente de todos los valores
absolutos de la realidad divina y eterna”. 2094
Pero “no es suficiente que el Espíritu divino se haya derramado
en todos nosotros,, él debe dominar y controlar cada fase de la experiencia
humana.”381 Por tanto “nadie puede esperar
alcanzar el esclarecimiento de la sabiduría inmortal, si persiste en ser
perezoso, indolente, débil, holgazán, desvergonzado y egoísta. Pero el que sea considerado, prudente,
reflexivo, ferviente y sincero, aun mientras viva en la tierra, podrá alcanzar
el esclarecimiento supremo de la paz y la libertad de la sabiduría divina”.
1447
“Jesús deseaba
desarrollar el discernimiento espiritual para captar las realidades eternas y
estimular la iniciativa en la originalidad del vivir, se dedicaba exclusivamente
a las necesidades espirituales fundamentales y permanentes de la raza
humana. Revelaba una bondad igual a la
de Dios. Exaltaba el amor, la verdad, la
belleza y la bondad como ideal divino y realidad eterna”1583. El valoraba toda la existencia humana y no
sólo unas cuantas virtudes.
“El verdadero hijo
del discernimiento universal busca el Espíritu vivo de la verdad en toda palabra
sabia. La persona conocedora de Dios,
está constantemente elevando la sabiduría a los niveles de la verdad viva de
alcance divino. En cambio, el alma no
progresiva, arrastra hacia abajo a la verdad viva, hasta los niveles muertos de
la sabiduría y el dominio de sólo el conocimiento exaltado”. 1949
No es tan importante lo que
hacemos, sino el cómo lo hacemos.
yolanda silva solano yosis282@gmail.com