Una
civilización cultural tan sólo se deriva de aquellas condiciones de prosperidad
material que fomentan el tiempo libre combinado con la ambición.
Libro de
Urantia. Pág.907
Ciertamente hoy en día no se dan las condiciones que menciona la
cita y por lo mismo, lo que más necesita nuestro mundo es una buena dosis de
optimismo, porque nos hemos acostumbrado a creer que
él es una utopía, porque al ver las noticias llegamos a la conclusión que todo
está mal y que ya no hay vuelta, por los cambios climáticos, el consumo
desmedido de los recursos naturales y también por las fechorías de la corrupción
humana a todo nivel.
En forma
inconsciente, este pesimismo lleva al ser humano a hacer suyo el refrán que nos
incita a “gozar porque el mundo se va acabar” y una de las formas de hacerlo, es
consumiendo todo lo que el mercado nos ofrece y al deseo del éxito, el que nos
agobia cuando es desmezurado y se convierte en una meta que hay que alcanzar a
cualquier costo.
Se nos
olvida que “el hombre no puede discernir sabiamente sobre los asuntos
temporales, ni trascender el egoísmo de los intereses personales, a menos que
medite en la presencia de Dios y tome en cuenta las realidades de los
significados espirituales.”1093
Sin embargo éstos, no deberían estar reñidos con
el dinero, porque él en sí mismo no es malo, porque “la cultura jamás se ha
desarrollado bajo condiciones de pobreza y el tiempo libre es esencial para el
progreso de la civilización. Un individuo puede adquirir un carácter pletórico
de valores morales y espirituales en ausencia de la riqueza material, pero una
civilización cultural tan sólo se deriva de aquellas condiciones de prosperidad
material que fomentan el tiempo libre combinado con la ambición.”907
Tanto es así que Jesús nos
dice: “mientras os dedicáis al obtención de las realidades eternas, debéis
también disponer para las necesidades de la vida temporal.” 1778
Seamos realistas en su justo medio y no convirtamos el
optimismo razonable, con la utopía de que todo es bueno o todo es malo, porque
no lo es. Nada en este mundo es definitivo.
yolanda silva solano yosis282@gmail.com