Jesús enseñó la nueva y más amplia hermandad del hombre como hijos de Dios, sin
embargo se negó repetidamente a establecer leyes sobre el matrimonio y el
divorcio.
Libro de
Urantia. Pág.1740
El antónimo del optimismo es la
negatividad. la cual es inconcebible para un hijo de Dios, que sabe que Jesús se
hizo uno de nosotros, para traernos la Buena Nueva de su evangelio, que no es un
mensaje apocalíptico, sino por el contrario, lleno de esperanza, porque “a
medida que el evangelio del reino se derrame sobre el mundo, con su mensaje de
felicidad y buena voluntad para todos los hombres, se irán desarrollando mejores
relaciones entre las familias de todas las
naciones.”1597
Ella es el núcleo donde se forja el
futuro, por eso debemos restablecerla y
fortalecerla, más allá de la moral o los preceptos,
pues “ la familia provee la perpetuación biológica de la especie humana.
El hogar es la arena social natural, en la que los niños en crecimiento pueden
captar la ética de la hermandad de la sangre. La familia es la unidad
fundamental de la fraternidad en la que padres e hijos aprenden esas lecciones
de paciencia, altruismo, tolerancia e indulgencia que son tan esenciales para la
realización de la hermandad entre los
hombres.”941
“ La familia ocupaba el centro mismo de la filosofía de la
vida de Jesús. Las enseñanzas sobre Dios las basaba en la familia. Exaltaba la
vida familiar como el deber más alto de la humanidad. Enseñó la nueva y más
amplia hermandad del hombre como hijos de Dios, sin embargo se negó
repetidamente a establecer leyes sobre el matrimonio y el divorcio”1740
Para que la familia sea realmente
un núcleo de paz y armonía, es preciso que nuestra empatía esté siempre
presente, para que seamos capaces de entender y comprendernos unos con otros,
recordando que quién ha recibido más, debe también dar más, porque “una vez que
entiendas a tu prójimo, te volverás tolerante y esta tolerancia crecerá en
amistad y madurara en amor.”1098
yolanda silva solano yosis282@gmail.com