Cuando el hombre se asocia con Dios, pueden ocurrir y de
hecho ocurren cosas grandiosas.
Libro de Urantia. Pág.1467
Para que todos los buenos deseos que nos hemos propuesto
el 2017 sean una realidad, lo mejor que podemos hacer es asociarnos con Dios, sí
porque es el mejor negocio que podemos realizar los seres humanos, porque la
relación que existe entre socios es en cierta forma igualitaria, uno aporta el
capital y el otro puede aportar su capacidades humanas para que el capital se
valorice cada día más, ambos aunque diferentes, tienen responsabilidades y
habitualmente las cumplen a la perfección, porque saben que se necesitan
mutuamente y aunque nos parezca mentira, Dios necesita del ser humano para
continuar su obra pues "en la medida en que nosotros hagamos la voluntad de Dios
en cualquiera de las estaciones universales en las que vivamos nuestra
existencia, en esa misma medida el potencial todopoderoso del Supremo se
acercará un paso más a al Primera Fuente.”1278
“La
existencia de Dios no puede jamás probarse por experimentos científicos ni por
la pura razón lógica. Dios se puede realizar sólo en los dominios de la
experiencia humana.”24 por eso el asociarnos a El no es una utopía, ni un
misticismo, sólo requiere que nuestra conciencia esté alerta para escuchar sus
proposiciones y consejos. Significa tener nuestra voluntad dispuesta a acatar su
voluntad, no en forma ciega y dogmática sino con el convencimiento que El como
socio capitalista, tiene una mejor visión de lo que significa vivir nuestra vida
en unión con él, porque no podemos olvidar que "la mente es el buque, el
Espíritu el piloto y la voluntad humana es el capitán,”1217 pero no sacamos
nada con tener una mente inteligente y un piloto divino, si nuestra voluntad no
da la orden de avanzar por el Camino, porque debido a nuestro libre albedrío,
las decisión final siempre será nuestra, ya "que no se puede conducir al
regocijo de la salvación a un alma que no quiera ser salvada.”1466 pues "la
presencia de la divinidad no es caprichosa ni arbitraria, su variante
experiencial es inherente a la dote de libre albedrío de las criaturas
personales. De este modo, el Espíritu se vuelva humildemente obediente a la
elección del ser humano.”150
Ser socios con Dios significa adquirir un compromiso en
forma volitiva, en donde no tiene nada que ver ni la moralidad, ni las leyes
humanas ni religiosas, porque es una relación consciente, personal y exclusiva
entre la criatura y su Creador, porque es "una forma de vida y una técnica de
pensamiento 1013" que no puede enmarcarse en días ni horas deteminadas, porque
es "una manera significativa de vivir en forma dinámica y frente a frente con
las realidades comunes de la vida diaria.1089"
Seguiremos ahondando en esta necesaria asociación,
porque de ella depende que este Año crezca y se manifieste en Urantia el Amor y
la Sabiduría