Tener sensibilidad y saber responder a las necesidades
de los hombres, genera una felicidad genuina y duradera.
Libro de Urantia. Pág.1574
Muchas veces nos quedamos absortos en las complejidades
del Universo, en las grandezas del Dios eterno y sus colaboradores directos que
forman toda una Jerarquía cósmica, pero nos olvidamos que "de todo conocimiento
humano, el que tiene mayor valor es conocer la vida de Jesús y como el la vivió.
2090"
"Él es el lente espiritual en semejanza humana que hace
visible a la criatura material a Aquél que es invisible. Él es vuestro hermano
mayor que, en la carne, hace que vosotros conozcáis un Ser de atributos
infinitos, a quien ni siquiera las huestes celestiales pueden suponer comprender
plenamente. Pero todo esto debe consistir en la experiencia personal de cada
creyente. Dios que es espíritu puede ser conocido sólo como experiencia
espiritual. Dios puede ser revelado a los hijos finitos de los mundos
materiales, por el Hijo divino de los reinos espirituales, sólo como un Padre.
1856"
Cuando esta verdad se transforma en algo vivo, nuestro
corazón no puede sino amar también a nuestros hermanos como El los ama, entonces
la hermandad deja de ser una palabra hueca y se transforma en obras de amor y de
servicio social pues "los sentimientos materiales, las emociones humanas,
conducen directamente a las acciones materiales y muchas veces al ego. En
cambio el discernimiento religioso, las motivaciones espirituales, conducen
directamente a las acciones religiosas,a los actos altruistas de servicio social
y benevolencia altruista.” 1221
La tolerancia y la empatía están totalmente ligadas a la
hermandad y sin ellas la espiritualidad es sólo un autoengaño, porque “no
podemos amar al Padre al que no vemos, si no somos capaces de comprender y
perdonar a nuestros hermanos que sí vemos.”1454
“Tener sensibilidad y saber responder a las necesidades
de los hombres, genera una felicidad genuina y duradera y a la vez, estas
actitudes cordiales, salvan al alma de las influencias destructoras de la ira,
el odio y la sospecha.” 1574
yolanda silva solano yosis282@gmail.com