Si nuestra religión fuese verdadera,
nuestra vida cotidiana sería mucho más productiva y feliz, porque “el creer en
el evangelio no prevendrá los problemas, pero sí
asegura que actuaremos sin miedo cuando los problemas
ocurran pues Jesús dijo: “no os prometo liberaros del
mar de las adversidades, pero sí os prometo que navegará con vosotros a través
de todas ellas,”1767
“Miguel de Nebadón, un Hijo Divino y Paradísiaco y Creador
del universo, al autootorgase en la forma humana de Jesús”1317 tomó sobre sí,
una vida muy similar a la de nosotros, con la diferencia que Él “no se aferró a la fe en Dios, así como lo haría un alma
en guerra con el universo y en lucha de muerte con un mundo hostil y pecaminoso;
no recurrió a la fe como simple consuelo cuando estaba plagado de dificultades,
ni como alivio cuando lo amenazaba la desesperanza; su fe no fue tan sólo una
compensación ilusoria de las realidades desagradables y de las congojas del
vivir.
“Al enfrentarse con todas las
dificultades naturales y las contradicciones temporales de la existencia mortal,
El experimentó la tranquilidad de la confianza suprema e indiscutida en Dios y
sintió la tremenda emoción de vivir por la fe, en la presencia misma del Padre
celestial. Esta fe triunfante fue una experiencia viva de real alcance
espiritual. La gran contribución de Jesús a los valores de la experiencia
humana, no fue que revelara tantas nuevas ideas sobre el Padre en el cielo, sino
más bien que tan magnífica y humanamente demostró un nuevo y más alto tipo de
fe viva en Dios. 2089
Los urantianos, no podemos seguir
conformándonos con prácticas piadosas y meditaciones pasivas, hemos sido
llamados por la Quinta Revelación para traer nuevos bríos mediante la religión
del Espíritu que Jesús nos trajo, lo cual " significa esfuerzo, lucha,
conflicto, fe, determinación, amor, lealtad, y progreso. La religión de la mente
y la teología de la autoridad, requiere poco o nada de estos esfuerzos de sus
creyentes formales. 1729
Cuando
tengamos “autoconciencia de la presencia divina, esa fe se expandirá la mente,
ennoblecerá el alma, reforazará la personalidad, aumentará la felicidad y
profundizará la percepción espiritual y aumentará la capacidad de amar y ser
amados.”1766