La
comprensión de la religión es discernimiento espiritual
interior.
Libro de
Urantia. Pág 1107.
La religión es primero y
ante todo un modo de “Ver”, esta frase puede parecer poco teológica, pero es
real en la práctica. Muchas veces, no
está en nuestras manos cambiar los hechos caóticos del mundo en que vivimos,
pero sí podemos cambiar el modo como “ Vemos”
esos hechos. Si en vez de
sumirnos en quejas inútiles sobre la injusticia, nosotros nos esforzamos en ser
más justos, estaremos encendiendo una velita en vez de renegar contra la
oscuridad. No es tan importante lo que
sucede a nuestro derredor, sino el cómo nosotros lo vemos y el cómo reaccionamos
ante lo que sucede. “El individuo que
conoce a Dios, no está cegado por las dificultades ni es inconsciente de los
obstáculos que se presentan en el camino para encontrar a Dios en el laberinto
de la superstición, la tradición y las tendencias materiales de los tiempos
modernos. El individuo que conoce a Dios
se enfrenta a todos los obstáculos y triunfa sobre ellos, los supera mediante su
fe viva y alcanza las alturas de la experiencia a pesar de ellos” 1126.
La religión, se transforma
entonces en algo operativo. Cuando
aprendemos a ver a Dios, en los sitios donde nunca antes lo habíamos visto, en
las cosas ordinarias del diario vivir, en nuestra capacidad de asombro ante lo
que ya creíamos saber, en la sensación interna de sentirnos criaturas finitas,
pero hijos de un Padre Infinito que puede darnos las fuerzas que necesitamos
cuando debemos enfrentarnos a desafíos que exceden nuestra capacidad humana,
cuando sentimos que con “Dios todo es posible”, entonces nuestra conciencia se
expande y el mundo tiene sentido porque hemos encontrado el sitio para lo
sagrado sin desvincularlo de lo ordinario.
“La comprensión de la religión no será nunca, ni será jamás dependiente
de un gran saber o de una lógica ingeniosa.
Es discernimiento espiritual interior” 1107.
Cuando la religión nos permite reconocer la verdad en las cosas no vistas
y escuchar los mensajes a través del lenguaje no hablado, se hace algo realmente
vivo y trascendente capaz de atravesar sin miedo cualquier tormenta, porque
hemos adquirido la capacidad de ver a Dios donde quiera que sea. “Las religiones más altas, exigen que el
corazón humano cambie para satisfacer las demandas de los ideales de la
verdadera religión”1781.
yolanda silva solano yosis282@gmail.com