Son vuestros pensamientos los que os conducen a Dios. Se puede
percibir la naturaleza divina tan sólo con los ojos de la
mente.
Libro de Urantia. Pág.1105
Pensamientos energéticos, de pureza y dicha producen en
el cuerpo vigor y salud. El cuerpo es un instrumento muy delicado y moldeable,
que responde rápidamente a los pensamientos que lo dominan, y más temprano que
tarde, los hábitos de pensamiento producirán sus efectos sobre él, sean estos
buenos o malos. Es a través de nuestros pensamientos que vamos tejiendo el telar
de nuestro destino, porque los pensamientos son la fuente de toda acción y de
todas las manifestaciones de nuestra vida.
Muchas veces, para mejorar nuestra salud decidimos hacer
alguna dieta especial para alivianar nuestro organismo de las toxinas que lo
están invadiendo, pero pocas veces nos preocupamos de limpiar nuestra mente de
los pensamientos impuros de rabia, envidia, rencor que están enquistados en
nuestra mente. La ansiedad y el temor y el miedo también tienen una
participación deplorable en nuestro organismo, porque “el temor sin raciocinio
es un poderoso fraude intelectual praticado sobre el alma mortal en
evolución.”556
No basta “saber” que en nosotros reside el Espíritu
divino “ no es suficiente que se haya derramado sobre vosotros, él debe dominar
y controlar cada fase de la experiencia humana” 381 y este dominio comienza y
termina en nuestros pensamientos, pues él “no intenta controlar vuestro
pensamiento como tal sino más bien espiritualizarlo, pero ni ni los ángeles ni
los Ajustadores, se dedican a influir en el pensamiento humano, ésta es
prerrogativa exclusiva de vuestra personalidad.”1205
En
gran parte depende de nosotros el cómo nos sintamos
físicamente.