Tu salvación nace, no de
conocer cómo deberían adorar otros, o dónde, sino de recibir en tu corazón esa
agua viva que aun en este momento te ofrezco».”
Libro de Urantia
Pág.1614
Jesús
La adoración al Padre es el
sentimiento más puro y elevado que puede tener el ser humano. Al adorar al Padre estamos regocijándonos en
sus atributos y agradeciéndole que con su infinito amor haya puesto en cada uno
de nosotros, una chispa de su divinidad y que con el apoyo de los Ajustadores de
Pensamiento, la criatura finita pueda buscar con ahínco al Padre Infinito. “La
manera en que convive el Padre Universal con las criaturas del tiempo, es el más
profundo de todos los misterios del
Universo, la presencia divina en la mente del hombre es el misterio de los
misterios”
22.
Por eso Jesús nos dice
:”No es tan importante que conozcas el hecho de Dios, como que crezcas cada vez
más, en la habilidad de sentir la presencia de Dios”1733 porque
“entonces la religión vive y prospera, no por la vista y el
sentimiento, sino más bien por la fe y el discernimiento interior. Consiste, no
en el descubrimiento de nuevos hechos o en el hallazgo de una experiencia única,
sino más bien en el descubrimiento de significados nuevos y espirituales de los hechos ya
bien conocidos por la
humanidad.”1105
“ La experiencia religiosa más elevada no depende de actos previos
de creencia, tradición o autoridad; tampoco es la religión el vástago de
sentimientos sublimes y emociones puramente místicas. Más
bien es una experiencia profundamente honda y real de comunión espiritual con
las influencias espirituales residentes en la mente humana, y en cuanto dicha
experiencia se pueda definir en términos de psicología, es simplemente la
experiencia de experimentar la realidad de creer en Dios como la realidad de tal
experiencia puramente
personal.”1105
La adoración no es un sentimiento,
sino una fuerza que nos induce a la salvación eterna, y “los que adoren sinceramente, adorarán al Padre
en el espíritu y en la verdad, porque estos son los creyentes que el Padre
busca. Dios es espíritu, y los que lo adoran, deben adorarlo en espíritu y en
verdad. Tu salvación nace, no de conocer cómo deberían adorar otros, o dónde,
sino de recibir en tu corazón esa agua viva que en este momento te
ofrezco».”1614 Jesús
yolnda silva slano yosis282@gmail.com