Del mismo
modo que la mariposa surge de etapa de oruga, los seres humanos surgen en los
mundos de estancia, libres de su vestimenta en la carne material.
Libro de
Urantia. Pág. 1235
La oruga, en apariencia no es más que un simple gusano,
que como muchos otros se arrastran por la tierra esquivando a sus muchos
depredadores, mientras vive encerrada en la soledad y oscuridad de su capullo.
Allí debe esperar a que sus alas se formen y vayan creciendo, hasta que llegue
la hora de romper su encierro y poder volar, pero entonces se da cuenta que su
lucha aun no termina, porque romper el capullo que la ha cobijado es difícil,
necesita acrecentar sus fuerzas y en este proceso, ni el mejor de los jardineros
la puede ayudar porque sólo ella sabe, cuando sus alas están lo suficientemente
fuertes como para emprender el vuelo y al fin ser una hermosa mariposa que pueda
posarse de flor en flor y transportar su polen ayudando así a la polinización,
haciéndose parte de la cadena de seres vivos, de la diversidad y de la salud de
los ecosistemas de Urantia.
Este es un verdadero simil de la vida espiritual y de
nuestra unión con Dios, porque la evolución es progresiva, porque “la humanidad
no asciende sin esfuerzo en el universo, ni tampoco evoluciona sin la acción
inteligente y propósito Las criaturas no alcanzan la perfección por simple
pasividad. La relación temporal del hombre con el Supremo es el cimiento de la
moralidad cósmica. El hombre y todas las criaturas finitas son creadas a partir
del potencial de energía viva de mente y espíritu existente en el
Supremo.”1284
Cuando vemos la
belleza y delicadeza de una mariposa, no se nos ocurre pensar que para poder
cumplir tan valiosa colaboración, fue preciso que pasara por un largo tiempo,
siendo una simple y desconocida oruga. En el universo, todo requiere de un
período de gestación, porque en él nada es inmutable, porque toda evolución
necesita del cambio, porque "nada de lo que toque la naturaleza humana, puede
ser considerado infalible.”1768
“El hombre puede ser un gusano por su naturaleza y
origen, pero cuando lo habita el espíritu del Padre, ese hombre se hace divino
en su destino.”1676 siempre y cuando esté dispuesto a compartir con sus hermanos
los frutos del espíritu. que son: “el amor, la alegría, la paz, la resignación,
la dulzura, la humildad, la fe y la emplanza.”381
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