Dejad
que el conocimiento sublime de la vida mortal de Jesús de Nazaret penetre
vuestras almas.
Libro
de Urantia. Pág.228
“Era
el plan de Micael aparecer en la tierra como un hombre común,
para que las gentes comunes pudieran comprenderlo y recibirlo; por esto Gabriel
seleccionó a personas tales como José y María para ser los padres de
autootorgamiento.” 1345
“ Dejad
que el conocimiento sublime de la vida mortal de Jesús de Nazaret penetre
vuestras almas, pero no gastéis el pensamiento en especulaciones inútiles, sobre
cómo se realizó esta misteriosa encarnación de Micael de Nebadon. Regocijémonos
todos con el conocimiento y la certeza de que tales logros son posibles para la
naturaleza divina y no perdamos tiempo en conjeturas inútiles sobre la técnica
empleada por la sabiduría divina para realizar estos
fenómenos.”228
En
todos vuestros esfuerzos, para descifrar el propósito de la vida de Jesús en
Urantia, debéis recordar la motivación de su autoototgamiento. Si quieres
comprender el significado de muchas de sus acciones aparentemente extrañas,
debes discernir el propósito de su estadía en vuestro mundo. En todo momento
cuidó que su carrera personal, no resultara desproporcionadamente atrayente, que
no monopolizara la atención de los seres humanos. No quería atraer a sus
semejantes en una forma excepcional o
sobrecogedora.”1423
Por eso “Jesús no hablaba
como profeta, uno que viene a declarar la palabra de Dios. Parecía hablar de sí
mismo como de aquel que tiene autoridad. Jesús trataba de desviar el pensamiento
de ellos de la búsqueda del milagro y dirigirlo hacia el hallazgo de una
experiencia verdadera y personal, en la satisfacción y seguridad de que el
espíritu de amor y misericordia salvadora de Dios reside en ellos”
1545
Hoy,
que los urantianos celebramos un cumpleaño más de Jesús, celebrémoslo como el
amigo, el socio, el hermano entrañable que no está lejos de nosotros, sino muy
por el contrario, sólo el recuerdo de su presencia viva en nosotros, hará
posible que algún día podamos sentirnos más cerquita de nuestro Padre, porque
habremos hecho todo lo posible por cumplir su voluntad de amarnos unos a otros,
como Él nos ama.