EL DOLOR ACTUAL Y LA PAZ FUTURA
Desde largos siglos atrás nos llega a nosotros la voz de Isaías en una de sus profecías más grandes e
inspiradoras del alma:
"Ha nacido un niño entre nosotros, un hijo nos ha sido dado; y el gobierno ha de pesar sobre sus hombros: y
su nombre sera el de Maravilloso, Consolador, el Dios Todopoderoso, el Padre Eterno, el Príncipe de la Paz.
"Del desarrollo de su gobierno y paz no habrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, y para ordenarlo
y establecerlo con juicio y justicia desde entonces, por los siglos de los siglos."
Tampoco es menos potente el canto del coro de ángeles sobre las alturas de Galilea para elevar y estimular a
las almas hacia tan sublime ideal:
"Paz en la Tierra y buena voluntad entre los hombres."
Pero viendo y examinando cara a cara los sucesos actuales del mundo, tales sentencias parecen que suenan a
burlas y desde el punto de vista del hombre corriente, todas las bulgaridades de los religiosos no pueden
hacer menos odiosa la situación en el llamado "mundo cristiano".
Pero cuando aplicamos la escala cósmica de medida y perspectiva la cosa es muy diferente, y en este sentido
Goethe dice admirablemente que:
"Quién nunca comió su pan con tristeza, quién nunca ha pasado las horas de la noche en vela, llorando,
esperando por el mañana, aquel no conoce los poderes celestiales."
Lo mismo pasa con los individuos que con las naciones. El dolor y el sufrimiento parecen desgraciadamente
que sean sólo los maestros a los cuales oímos. De aquí la necesidad de sus lecciones. Viendo la vida como
una cosa eterna no nos desmaya el incidente llamado “pérdida de la vida" de la guerra actual.
Aquellos que mueren volverán a nacer otra vez y por esta experiencia serán mejores que lo que son ahora.
La paz y la buena voluntad están emplazadas para manifestarse a su debido tiempo, cuando hayamos
aprendido a abolir a la guerra, y así podemos regocijarnos por la perspectiva y orar anhelosa y
devocionalmente por su consumación. Yo suplicaría de una manera especial a los estudiantes de la
Fraternidad Rosacruz el que se unieran a nosotros en esta peticion en la Nochebuena, a la medianoche,
cuando el servicio usual se efectuará en nuestra Pro-Ecclesia por los trabajadores de Mount Ecclesia.
Adjuntamos una hojita conteniendo las frases de saludo propias de estas Pascuas y que los empleados de
Mount Ecclesia envían a todos los miembros que se hallan diseminados por el mundo y que lleva por titulo :
"La Biblia en un Fulgido", y confiamos en que serán para ustedes interesantes e instructivas.
MAX HEINDEL
Diciembre de 1917