El verdadero Dios no está lejos, es parte nosotros y está siempre con
nosotros, es el espíritu guiador de nuestro destino eterno.
Libro de Urantia, Página 55.
Miguel de Nebadón se encarnó como Jesús, para romper con la tradición de
la época, que sólo conocía a un Dios, hecho a imagen de lo negativo del ser
humano, iracundo, vengativo, selectivo y castigador. “Estos sentimientos bajos
e indignos, lo son mucho más para la divinidad, son absolutamente ajenos a la
naturaleza perfecta y al carácter misericordioso del Padre Universal.”51
Jesús de Nazaret se encarnó para darnos a conocer a un Dios que “no
tiene preferencia por personas, ni espirituales ni materiales, porque ama
entrañablemente a los seres humanos, sin
condición de credo, raza ni condición
sexual, porque todos son sus hijos.
“El Padre desea que
todas sus criaturas estén en comunión personal con él. Tiene un lugar en el
Paraíso para recibir a todos los que por su estado de supervivencia y
naturaleza espiritual hacen posible tal logro. Por lo tanto, aceptad de ahora y
para siempre, que para cada uno de vosotros y todos nosotros, Dios es
accesible. El Padre es alcanzable, el
camino está abierto; las fuerzas del amor divino y los medios y arbitrios de la
administración divina se entrelazan para facilitar el avance de todas las
inteligencias merecedoras de todos los universos hasta la presencia en el
Paraíso del Padre Universal.”63
Yolanda silva solano