Tengamos presentes las palabras de Jesús: "os he llamado para que
renazcáis, para que nazcáis del espíritu.
Libro de Urantia. Pág. 1731
Os he
llamado de las tinieblas de la autoridad y del letargo de la tradición, a
la luz trascendental de la comprensión de la posibilidad de hacer por vosotros
mismos el más grande descubrimiento posible para el alma humana, que es la
excelsa experiencia de encontrar a Dios por vosotros mismos, en vosotros mismos
y de vosotros mismos, y de hacer todo esto como un hecho de vuestra experiencia
personal.”1731
Jesús
sabía que cada ser humano es diferente, con sus propios méritos y carencias,
por eso nos dejó como don el albedrío, porque “la revelación deberá limitarse
por la capacidad del hombre para recibirla.”1002
“El
alma en evolución no se vuelve espiritual por lo que hace, sino por lo que
sinceramente trata de hacer.”557
Yolanda
silva solano