No os pongáis ansiosos por el mañana. A cada
día le basta su propio afán.
Libro de Urantia. Pág.1578
Cuando nos ocurre lo imprevisto, es como si se nos
entregara un bloque de mármol en bruto y entonces, no nos queda más que
convertirnos en escultores y con esfuerzo y constancia empezar a tallar en esa
piedra dura, lo que deseamos conseguir, pensando que con la ayuda de Dios todo
es posible, y que El escribe derecho por líneas torcidas, por tanto todo lo que
hagamos va a tener un valor especial, porque “nada de lo que hace un hijo de
Dios es ordinario” 2049 ni tampoco se pierde.
Lo que debemos tener claro, es que nada es por
casualidad, todo tiene un fin determinado porque “todas vuestras luchas
mortales no son en vano. Todos nosotros formamos parte de un proyecto inmenso y
eterno que Dios está supervisando, porque en su mente hay un plan que involucra
a cada criatura y este plan consiste en un propósito eterno de oportunidades
ilimitadas, progreso sin límite y una vida sin fin”364
Por eso, en nuestra lucha por forjar el futuro, no
debemos dejarnos amedrentar por las dificultades porque ellas no son más que
andamios que nos permiten subir más alto, porque “las dificultades pueden
desafiar la mediocridad y derrotar al temeroso, pero sirven de estímulo a los
verdaderos hijos de Dios”556
Yolanda silva solano