En
el estado mortal nada puede ser probado en forma absoluta ya que tanto la
ciencia como la religión se basan en suposiciones
Libro
de Urantia. Pág.1139
¡Que lejanos nos parecen aquellos tiempos en que
los que se llamaban ateos decían creer en lo que ellos podían ver y constatar.
En pocas décadas ante los avances de la ciencia y la tecnología y gracias a que
“ “ la curiosidad. el espíritu de investigación, el
instinto de descubrimiento y el impulso a la exploración, son
parte de
la dote innata y divina de las criaturas evolutivas del espacio”166 esas
teorías han quedado totalmente obsoletas, porque es mucho más lo que existe,
pero que solo podemos ver sus efectos con los ojos de la mente..
La gran variedad de fenómenos
físicos, químicos, científicos y tecnológicos, no hubiesen sido posible
ser descubiertos, si no fuese porque cada científico está provisto de ese
maravilloso don dado por nuestro Padre que es la mente, porque si bien es
cierto que somos un Todo, la individualidad juega un rol muy importante porque
es “el científico y no la ciencia, quien percibe la realidad de un universo de
energía y materia en evolución y avance, y esto lo consigue pensando,
seleccionando, combinando y discriminando lo que observa en el universo.”
2080
Sin
embargo vivimos tan a prisa que no tenemos tiempo para tomar conciencia de los
adelantos científicos y tecnológicos que están mejorando nuestra calidad de
vida, no sólo material sino también espiritual, deberíamos hacernos conscientes
de ello y agradecer a Dios lo mucho que está concediendo a esta humanidad y en
vez de considerarla caótica y un avalle de lágrimas. la viéramos como una época
de las mejores oportunidades para llegar a ser perfectos.
Yolanda
silva
solano