La presencia de la divinidad no es caprichosa ni
arbitraria, es inherente a la dote de libre albedrío de las criaturas
personales.
Libro de Urantia.Pág.150
Ser socios con Dios
significa adquirir un compromiso en forma volitiva, en donde no tiene nada que
ver ni la moralidad, ni las leyes humanas ni religiosas, porque es una relación
consciente, personal y exclusiva entre la criatura y su Creador, porque es
"una forma de vida y una técnica de pensamiento.” 1013 No puede enmarcarse en días ni horas
determinadas, porque es "una manera significativa de vivir en forma
dinámica y frente a frente con las realidades comunes de la vida diaria.“ 1089
Ser socios con Dios,
no significa cambiar nuestra manera de vivir, ni aumentar en horas nuestra
meditación, quiere decir que debemos aprender a hacer en forma extraordinaria,
lo ordinario del quehacer cotidiano, para lo cual sólo necesitamos hacernos
cada vez más consciente de lo que estamos haciendo y para qué.
Nuestras verdaderas y
ocultas intenciones, son las que le dan valor de eternidad a lo que hacemos,
pues "el hombre no puede jamás decidir sabiamente sobre los asuntos
temporales, ni trascender el egoísmo de los intereses personales, a menos que
medite en presencia de la soberanía de Dios y tome en cuenta las realidades de
los significados divinos y de los valores espirituales.” 1093
Yolanda silva solano