Las fuerzas del mundo
espiritual no obligan al hombre, le permiten tomar el camino de su elección.
Libro de Urantia. Pág.1802
Lo
material no debe ser rechazado, porque es el terreno donde se cultiva lo
espiritual por la libre opción personal, no por mandato alguno, los cambios
impuestos no tienen solidez, nosotros como individualidades con albedrío, somos
los que debemos transformarnos en paladines de la justicia social, pues “sólo la hermandad, puede impedir que los fuertes opriman
a los débiles.”805
En la medida que se crece espiritualmente se comienza a
vivir la verdadera hermandad, esa que nos permite tomar conciencia de que somos
uno en todos y también Todos en Uno porque somos el cuerpo místico de Urantia y
de una manera especial del país donde nos toca vivir.
Cuando se tiene conciencia que todo lo que nos ocurre, no
es más que Efecto de las Causas que hemos creado, “la espiritualidad se vuelve de inmediato el
indicador de la propia cercanía a Dios y la medida de nuestra propia utilidad
para con los semejantes.”1096”