NO TE SALVES
No te quedes inmóvil al borde del camino, no congeles el júbilo, no quieras con desgana no te salves ahora ni nunca, no te salves. No te llenes de calma, no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo, no dejes caer los párpados pesados como juicios, no te quedes sin labios no te duermas sin sueño no te pienses sin sangre no te juzgues sin tiempo.
Pero si, pese a todo, no puedes evitarlo, y congelas el júbilo, y quieres con desgana y te salvas ahora y te llenas de calma, y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo y dejas caer los párpados pesados como juicios y te secas sin labios y te duermes sin sueño y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo y te quedas inmóvil al borde del camino y te salvas, entonces, no te quedes conmigo.
Mario Benedetti |