Hoy elijo vivir plenamente. Mi deleite en la vida surge de mi interior; es producto de la presencia viviente y amorosa de Dios en mí. Al continuar con mi día, encuentro maneras de expresar mi contento. Mi actitud es positiva, vibrante y entusiasta. Busco maneras de ser útil y de dar ánimo. ¡Soy feliz, y es evidente!
Cuando tengo una actitud alegre y positiva, tiendo a notar y a apreciar el gozo en los demás. Cuando permito que mi luz brille, noto que la luz de los demás también resplandece e irradia hacia mí. Juntos creamos un ambiente gozoso.
Al compartir optimismo, amor y felicidad, el ámbito del gozo se expande, y el mundo es bendecido.
Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo.—Salmo 16:11