Ser generoso
Una manera certera de sentir felicidad es siendo generoso. En lugar de preocuparte por lo que puedas conseguir, disfruta brindando todo lo que puedas brindar.
Vivir generosamente es vivir bien y plenamente. Te convierte en activo participante no sólo en relación con tu propia buena fortuna, sino también con la buena fortuna de los demás.
La vida puede resultar una experiencia increíblemente hermosa y maravillosa. Tu generosidad aumenta esa belleza y esa maravilla multiplicándolas una y otra vez.
Generosidad no pasa tan sólo por ofrecer cosas materiales. Una generosidad real y verdadera pasa por brindarte tú mismo.
Brinda tu amor, tu atención, tu compasión, tu interés, tu curiosidad y tu genuina calidez. Brinda tu tiempo, tu comprensión, tu presencia pacífica, concreta y positiva, y tu compromiso.
Vive cada día con tu corazón abierto a dar. Haz que la abundancia de la vida resulte más abundante aun ofrendando lo mejor que tienes para dar.
— Gabriel Sandler