La serotonina son neurotransmisores que se encuentran en varias
regiones del sistema nervioso central y que tienen mucho que ver con el
estado de animo.
Funciones de la serotonina
Entre las principales funciones de la serotonina esta la de regular el
apetito mediante la saciedad, equilibrar el deseo sexual, controlar la
temperatura corporal, la actividad motora y las funciones perceptivas y cognitivas.
La serotonina interviene en otros conocidos neurotransmisores como la
dopamina y la noradrenalina, que están relacionados con la angustia,
ansiedad, miedo, agresividad, así como los problemas alimenticios.
La serotonina también es necesaria para elaborar la melatonina, una
proteína que es fabricada en el cerebro en la glándula pineal, y es la
encargada de la regulación del sueño. La serotonina aumenta al atardecer
por lo que induce al sueño y permanece elevada hasta el amanecer cuando
comienza a descender.
Otra función importante de este neurotransmisor, es actuar como el reloj
interno de nuestro cuerpo, lo que a su vez determina nuestros ciclos de
sueño y vigilia. El reloj interno es el encargado de coordinar varias
funciones biológicas como la temperatura corporal, la hormona del
estrés, cortisol, y los ciclos del sueño. La correcta coordinación de
estos 3 elementos hace que podamos dormir profundamente y despertar
descansados. Los hombres producen hasta un 50% más de serotonina que las
mujeres, por lo tanto, estas son más sensibles a los cambios en los
niveles de serotonina.
Síntomas causados por deficiencia de serotonina
La falta de este neurotransmisor puede producir una gran variedad de
síntomas, como depresión, ansiedad, irritabilidad, pánico, síndrome
premenstrual, problemas de sueño, o dolor muscular. Algunas personas
presentan solo algunos de los síntomas, mientras que otras pueden
padecer muchos de ellos.
Negatividad. Cuando los niveles de serotonina son adecuados, tu
cerebro es capaz de producir emociones y pensamientos positivos,
mientras que cuando son demasiado bajos predomina la negatividad,
tiendes a pensar lo que te falta por hacer o lo que has hecho mal en vez
de enorgullecerte de tus logros, ves el lado negativo de todo y te
irritas con facilidad por cualquier cosa.
Ansiedad y obsesión. La deficiencia de serotonina puede provocar un
tipo de depresión en que la persona se siente agitada y ansiosa. Está
preocupada, se obsesiona pensando en algún problema o experiencia
negativa y su conducta también puede volverse obsesiva o rígida (por
ejemplo, es perfeccionista, le cuesta dejar algo para después aunque
esté agotada, etc.).
Irritabilidad. La persona se siente irritada, impaciente, puede tener
estallidos violentos que le cuesta controlar, o responder mal a sus
seres queridos, con críticas e intolerancia.
Tristeza. Aparecen pensamientos y sentimientos negativos con
frecuencia, se siente infeliz y piensa que siempre será infeliz y nada
mejorará nunca, lo ve todo negro, no ve un futuro feliz, su pensamiento
es pesimista .
Baja autoestima. También suelen tener baja autoestima, falta de
confianza, miedos, pánico, timidez o ansiedad social, y tendencia a
criticarse a sí mismos con dureza, pensar que no hacen lo suficiente,
que no valen lo suficiente, y sentir culpa y/o vergüenza o llegar a
sentir odio hacia sí mismos.
Problemas de sueño. Les cuesta dormirse por las noches o se
despiertan demasiado temprano por la mañana, o varias veces durante la
noche