- ¿Que haces ahí Quevedo?
- ¡Ni subo, ni bajo, ni estoy quedo!
Y es que, el Quevedo se había subido por una escalera, que solían llevar los 'novios' para hablar con las mozas, por el balcón enrejado; ellas dentro y ellos afuera, arriba de la escalera. Y, resultó, que unos bromistas o 'envidiosos' le quitaron la escalera y el Quevedo quedó 'enganchado' a las rejas del balcón, colgando.
Es de suponer que el conocido que le vio y preguntó lo que arriba escribo, le colocaría la escalera... para que bajara...
Por el siglo XVII, ya se maltrataban a las mujeres...