A
veces da la impresión de que los investigadores no se pueden poner de
acuerdo. Un día el café es bueno, y al otro día resulta que es malo.
¿Cuál de los dos es cierto? ¿A quién creerle? Y no sólo con el café hay
confusión, sino también con el vino, la fibra, e incluso qué tipo de
ejercicio es mejor. El café es definitivamente es uno de los más
controversiales, ya que como seres humanos, nos encanta recibir buenas
noticias acerca de nuestros posiblemente malos hábitos. Por lo tanto
cuando se publican noticias positivas del café (o del vino por las
mismas razones), se convierten automáticamente en las noticias populares
del día.
Sin lugar a dudas la cafeína que se encuentra en el café es un
estimulante. De hecho es considerada la “droga” más popular y consumida
en el mundo. A pesar de los supuestos beneficios que pueda tener el
consumo de café, también hay que tener en cuenta los riesgos de
consumirlo, y también hay que saber cómo interpretar los resultados de
ciertos estudios científicos para no entrar en confusión. Por ejemplo,
varios estudios han mostrado que las personas que consumen más café
tienen parecen tener menos riegos de desarrollar diabetes tipo 2. Las
razones o mecanismos de esta relación todavía no son claras.
Pero estudios más recientes han mostrado que en personas que ya
tienen diabetes tipo 2, el café produce aumentos en la cantidad de
insulina y de azúcar en la sangre después de comer. Al parecer, el café
puede precipitar la producción de cantidades elevadas de insulina en el
páncreas. Los excesos de insulina en el cuerpo pueden llevar a la
acumulación de grasa, sobrepeso, y resistencia a la insulina.
Después de revisar toda esta evidencia, el doctor Mark Hyman publicó una lista de diez buenas razones para dejar el café:
- La cafeína en el café aumenta catecolaminas, que son las hormonas del estrés.
La respuesta al estrés produce cortisol y un aumento en la insulina. La
insulina aumenta la inflamación, y eso te hace sentir mal.
- La habituación a la cafeína disminuye la sensibilidad a la insulina,
lo que hace que sea difícil para las células responder adecuadamente al
azúcar en la sangre. Los niveles altos de azúcar en la sangre llevan al
deterioro arterial y aumento del riesgo de mortalidad relacionada con
la enfermedad cardiovascular.
- El café no filtrado tiene la mayor cantidad de antioxidantes
beneficiosos pero también producen el aumento más grande de diterpenos
(compuestos orgánicos) en tu sistema. Estos diterpenos se han relacionado con niveles más altos de triglicéridos, LDL y VLDL.
- Los beneficiosos ácidos clorogénicos que pueden retrasar la
absorción de glucosa en el intestino también se ha demostrado que
aumenta los niveles de homocisteína – un indicador de aumento de riesgo
de enfermedad cardiovascular, que tiende a estar elevado en la
diabesidad [combinación de diabetes y obesidad].
- La acidez del café se asocia con malestar digestivo, indigestión,
acidez estomacal, reflujo gastroesofágico y disbiosis (desequilibrios en
la flora intestinal).
- La adicción es a menudo un problema con los bebedores de café y
hace que sea muy difícil confiar en la fuente natural de energía en el
cuerpo. Pregúntale a cualquier bebedor de café cómo se siente al
dejar de tomar café, y se descubrirás que su historia es prácticamente
igual a la de un drogadicto …
- Las adicciones asociativas tienden a ocurrir con el café
– ¿quién no piensa inmediatamente en la crema calentita, espumosa y
dulce mezclada con azúcar cuando se imagina un café? Sin duda, el
negocio del café ha inspirado una cultura adicta a los gustos azucarados
y grasosos de lo que se ha convertido más bien en una comida que una
bebida. Ese café con leche “latte” en la mañana es el epítome del
alimento carente densidad nutricional pero empacado de calorías.
- 5-HIA, un ácido orgánico y un componente del neurotransmisor
serotonina (“el químico de la felicidad”) que aparece en la orina tiende
a estar elevado en bebedores de café, lo que significa que pueden estar
en riesgo de tener una cantidad más baja de síntesis de serotonina en
el cerebro. La serotonina es necesaria para el sueño normal, la función
intestinal, estado de ánimo y niveles de energía. Es un círculo vicioso,
ya que la cafeína puede interrumpir el sueño y promover la ansiedad y
la depresión. ¡Todos conocemos a alguien que tiende a estar cansado,
agitado y con sobredosis de cafeína!
- Una excreción urinaria elevada de importantes minerales como
el calcio, el magnesio y el potasio se han observado en bebedores de
café. Un desequilibrio en tu balance electrolítico puede conducir a
graves complicaciones sistémicas.
- Algunos ingredientes en el café pueden interferir con el metabolismo normal de ciertos fármacos y la desintoxicación del hígado,
lo hace difícil regular el proceso de desintoxicación normal en el
hígado. Otra cuestión que hay que tener en cuenta con el consumo de café
es como algunos medicamentos como la levotiroxina (para la tiroides),
así como los antidepresivos tricíclicos se absorben mal al consumir
café, lo que hace que los síntomas sean curiosamente peor para los
pacientes.
[Extraído y resumido de la publicación en Huffington Post, escrito por Mark Hyman, MD. Traducido por María José Hummel]
Para una persona que desea dejar de consumir café, se recomienda dejarlo de a poco
si se puede, ya que dejar de consumirlo repentinamente puede acarrear
varios efectos secundarios incluyendo dolores fuertes de cabeza, falta
de energía, etc. También asegúrate de tomar bastante agua, por lo menos
seis a ocho vasos diarios, para acelerar el proceso de desintoxicación
de la cafeína. Una dieta sana y hacer ejercicio diario (y si es posible en la mañana) te ayudarán a tener energía de manera natural y saludable.
Por María José Hummel, nutricionista y educadora de salud
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