Qué pareja tan hermosa Esta nuestra, contemplado La mirada de mis ojos, Y tú, que te estoy mirando. Todo lo que ignoro yo Te lo tienes olvidado; Y ese cantar que me buscan Las horas, sin encontrarlo, De la mañana a la noche, Con blanquísimo estribillo, Tus olas lo van cantando. Porque estás hecho de siglos Me curaste de arrebatos; Se aprende a mirar en ti Por tus medidas sin cálculo -Dos, nada más: día y noche- Gozosamente despacio. No quieres tú que te busquen Los ojos apresurados, Los que te dicen hermoso Y luego pasan de largo. No ven. A ti hay que mirarte Como te miran los astros, A sus azules mirandas Serenamente asomados. Tú, Lazarillo de ojos, Llévate a estos míos; guíalos, Por la aurora, con espumas, Con nubes, por los ocasos; Tú solo sabes trazar Los caminos de tus ámbitos. Con las señas de la playa, Avísales de la tierra, De su sombra, de su engaño. A tu resplandor me entrego, Igual que el ciego a la mano; Se siente tu claridad Hasta en los ojos cerrados -Presencia que no se ve-, Acariciando los párpados. Por tanta luz tú no puedes Conducir a nada malo. Con mi vista, que te mira, Poco te doy, mucho gano. Sale de mis ojos, pobre, Se me marcha por tus campos, Coge azules, brillos, olas, Alegrías, Las dádivas de tu espacio. Cuando vuelve, vuelve toda Encendida de regalos. Reina se siente; Las dichas Con que tú la has coronado. De lo claro que lo enseñas Qué sencillo es el milagro Si bien se guarda en los ojos, Nunca pasa, lo pasado. ¿Conservar Un amor entre unos brazos? No. En el aire de los ojos, Entre el vivir y el recuerdo, Suelto, flotando, Se tiene mejor guardado. Aves de vuelo se vuelan, Tarde o temprano. Los ojos son los seguros; De allí no se van los pájaros. Lo que se ha mirado así, Día y día, enamorándolo, Nunca se pierde, Porque ya está enamorado. Míralo aunque se haya ido. Visto o no visto, contémplalo. El mirar no tiene fin: Si ojos hoy se me cerraron Cuando te raptó la noche, Mañana se me abrirán, Cuando el alba te rescate, Otros ojos más amantes, Para seguirte mirando
Bueno querido amigo de sorpresas vive el hombre ayer leí que estabas saliendo del Hospital y hoy oh milagro te veo aquí, para mi dicha y alegría, pues no sabes como es de triste cuando se cree que un amigo que tanto bien trae a tu vida de pronto no podrá estar mas ahí Gracias a Dios este no fue el caso y estas bien; confió al menos que así sea,permite recomendarte que te cuides mucho para no hayan recaídas Abrazos Ceci