RAMILLETE
Mis flores eran como leche, miel y vino. Las até con una cinta dorada, en ramillete, pero burlaron mi cuidado vijilante y huyeron lejos; y solo me queda la cinta. Mis canciones eran como leche, miel y vino. Estaban presas en el ritmo de mi corazón palpitante, pero tendieron sus alas y huyeron lejos, ¡tesoros de mis horas ociosas!, y mi corazón late en silencio. La hermosa que amé era como leche, miel y vino. Sus labios, como el rosa del alba; sus ojos, negros como abeja. Yo callaba mi corazón, no fuera a asustarla, pero ella se fue, como mis flores y mis canciones; y me ha dejado mi amor solo.
Satyendranaz Dayta
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