Los acontecimientos sucedidos en estos días nos llevan a pensar y a sentir como propio, lo que a muchas personas les esta ocurriendo en distantes lugares. Los huracanes del caribe con su furia y desolación, los terremotos que destruyen en segundos lo que ha llevado tanto tiempo construir, las inundaciones en lugares prósperos, el dolor de las guerras, la soberbia como principio sin fin de algunos que pretenden desafiar a la naturaleza y a Dios mismo. Todo nos lleva a pensar en cuanto nos hemos olvidado del alma, del espíritu, reemplazando los valores eternos con efímeras mercancías... Portal de Los Angeles |