Las bodas según el rito tradicional chino
son ceremonias, quizás más simples que las occidentales pero igualmente
cargadas de un simbolismo y de unos significados que escapan al
observador ajeno a esas costumbres.
Lo primero que llama la atención es que, por contraposición a
Occidente donde el blanco es tradicionalmente el color dominante, en las
bodas chinas es el rojo el color más presente. Para
los chinos el rojo, el color de la sangre que corre por nuestras venas,
es el color de la vida y entendiendo el matrimonio como generador de
vida se utiliza profusamente el color rojo como buen augurio.
Este aspecto reproductivo lo tienen en común las bodas chinas con de
todas las tradiciones que, en primera instancia, dan al matrimonio el
objetivo de tener hijos dentro de una unidad familiar estable. Pero
además para los chinos esta idea de fecundidad y procreación tiene que ver con la generación de riquezas y la abundancia por lo que el dinero, como regalo, se entrega en un sobre también de color rojo llamado 红包 (Hóngbāo). Por supuesto también los vestidos y las invitaciones entre muchas otras cosas deben ser de color rojo en la boda china.
Otros símbolos usados en las bodas chinas hacen referencia a la fecundidad,
como el arroz que el novio arroja a la novia representando la
fecundidad (plantar el arroz en la tierra fecunda) y los símbolos de
serpientes o dragones que adornan el palanquín nupcial y que representan
la fertilidad masculina y el vigor sexual.
También se utiliza profusamente el sinograma 双喜 (Shuāngxǐ) o doble felicidad
representado por el símbolo 囍 que, se dice, fue inventado por el
escritor y estadista 王安石 (Wáng Ān Shí 1021-1086) al recibir la noticia
de que había aprobado los Exámenes Imperiales el mismo día en que
concertó su matrimonio. Esta doble felicidad consiste en tener amor y prosperidad al mismo tiempo.
Con pequeñas diferencias el 婚礼(Hūnlǐ) o rito nupcial consiste en lo siguiente:
– La 新娘(Xīnniáng)que es como se llama a la novia se despide de la casa de sus padres y viaja a la casa de los padres del 新郎(Xīnláng) o novio
montada en el 花轿 (Huājiào) o palanquín nupcial. Le acompaña la madrina
de boda y les sigue un cortejo de parientes y amigos tocando diversos
instrumentos y portando carteles con buenos augurios. Durante esta fase
la novia lleva la cabeza velada con un pañuelo, por supuesto, también de
color rojo. Dependiendo de los lugares y del humor de los contrayentes,
los porteadores del palanquín que son amigos y vecinos de los novios,
suelen zarandearlo hasta que el novio, por el bien de la novia, les
ruega que paren, lo cual provoca la hilaridad de los asistentes. Al
llegar a casa de sus padres, el novio arroja arroz en torno a la novia y
le retira el velo.
– Normalmente en el altar familiar de la casa de los
padres del novio se realiza la parte más significativa de la ceremonia
que consiste en hacer las tres reverencias. Esta costumbre proviene de
una leyenda donde el primer hombre creado pidió una compañera para pasar
su vida y cuando le fue concedida, se les indico a ambos que debían
postrarse para agradecer su unión al cielo y la tierra, a sus ancestros y
mutuamente entre ellos. De esta forma el oficiante de la ceremonia les
indica:
– “Primera postración ante el cielo y la tierra” .Los novios, hombro con hombro se inclinan frente al altar de los ancestros.
– “Segunda postración a los padres”. Los novios se inclinan ante sus padres y después les agasajan sirviéndoles un te
– “Tercera postración entre los mismos novios”. Los
新婚 (Xīnhūn) o recién casados sellan la alianza con una reverencia entre
ellos frente a frente con lo que concluye la parte principal de la
ceremonia.
– Después, en algunas bodas, los novios entran en la habitación nupcial
donde normalmente son pasto de las alusiones e insinuaciones de amigos y
familiares de igual o mayor edad que allí les esperan y que producen un
ambiente en general de alegría y diversión aunque en ocasiones estas
bromas sean un tanto subidas de tono.
– Por último se convida a un 宴席(Yànxí) o banquete a
los invitados en el que se sirven una gran cantidad de alimentos
exquisitos. No solo se trata de aparentar la riqueza de la familia ante
vecinos y amigos, muchas veces por encima de sus posibilidades reales,
sino que también se hace como augurio o esperanza de prosperidad.
Como curiosidad el verbo que describe la acción de casarse en chino
difiere si esa acción la realiza el hombre o la mujer. En el primer caso
se llama 娶 (Qǔ) y en el segundo 嫁 (Jià). La presencia de los
componentes de mujer y casa en el segundo sinograma nos da una idea de lo que esperaban los antiguos chinos del matrimonio.
Por último, algunas fotos de trajes de novia chinos modernos inspirados en mayor o menor medida en los tradicionales.