La capital de Bangladesh, Dhaka, es conocida por ser una de las ciudades más inmundas del mundo, y sus habitantes sufren enormes problemas sociales. La fotógrafa local Shehzad Noorani quiso resaltar la difícil situación de las mujeres y los niños que trabajan extrayendo partes metálicas reutilizables de baterías usadas, y lo hizo en su serie fotográfica “Niños del polvo negro: trabajo infantil en Bangladesh”. El ambiente tóxico en el que trabajan está ennegrecido por partículas de polvo, y los trabajadores inevitablemente se cubren con él.