El que no entrega su cariño ni ama no ha conocido todavía nada, no ha sentido la voz que le bendice, ni tiene un corazón que a la par palpite.
No halla comprensión ni halla quien more con él en la misma casa, ni quien le acompañe en sus asuntos, en las buenas, en las malas pero juntos.
Tiene mucho miedo cuando fuerte truena, y hasta teme que posiblemente muera. Pero qué lindo es poder confiar... en quien es tu pareja, tu igual.
El que no ama ni siente cariño, no sonríe al sonreir de un niño. En su vida existe un abismal vacío, lleno de tristeza, lleno de frío.
No siente el calor de las suaves manos, no vé la belleza ni vé el encanto, ni ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es sobrenatural AMOR.
Por eso quiero amarte, morochita mía, y que tú me ames, vivir en armonía, aún cuando haya problemas mientras pasen días, y comprendernos para toda la vida.
Tenemos en nuestros brazos pesadas cestas, pesadas son, porque están muy llenas, tienen abundancia porque están repletas, de nuestro amor y de lo que a él respecta.
|