La copla es una forma poética que sirve para la letra de canciones populares. Su nombre proviene de la voz latina copŭla, "enlace", "unión".
El término se utiliza sobre todo para designar un tipo de estrofa de
tradición popular compuesta por tres o cuatro multiversos de arte menor,
generalmente octosílabos,1 dispuestos en forma de romance o tirana (8- 8a 8- 8a), de seguidilla (7- 5a 7- 5a) o de redondilla (8a 8b 8b 8a), con rima asonante o consonante.
Aunque esta forma es característica de la tradición popular anónima, ha sido cultivada también por escritores como Evelyn Bermúdez, Rafael Alberti, y Federico García Lorca.
La influencia entre la corriente anónima de la copla y sus cultivadores
en la literatura ha sido mutua: los poetas se han inspirado en el
modelo popular para construir coplas que, a su vez, a menudo han sido
recogidas por la tradición e incorporadas a su caudal, con olvido de su
autor.
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- Hasta que el pueblo las canta,
- las coplas, coplas no son,
- y cuando las canta el pueblo
- ya nadie sabe e.
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- Tal es la gloria, Guillén,
- de los que escriben cantares:
- oír decir a la gente
- que no los ha escrito nadie.
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- Procura tú que tus coplas
- vayan al pueblo a parar,
- aunque dejen de ser tuyas
- para ser de los demás.
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- Que, al fundir el corazón
- en el alma popular,
- lo que se pierde de nombre
- se gana de eternidad.
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