El originen de la corona de navidad se remonta a los cultos paganos en el norte de europea, en los que se acostumbraba hacer un círculo con ramas, hojas y sobre el cual se colocaban varias velas.
Este círculo representaba el renacer de la naturaleza después del invierno, era un símbolo de esperanza por la llegada de la primavera, así como del transcurrir continuo del ciclo de las estaciones del año.
Las velas, por su parte, se empleaban para homenajear al dios del sol y rendirle culto como símbolo de vida, para que no dejara de iluminar los días más oscuros y fríos del año, que en el hemisferio norte coincide con el invierno.
Tiempo más tarde, tras evangelización de gran cantidad de pueblos paganos por parte de los cristianos, éstos tomaron y adaptaron el rito de la corona para explicar la fe cristiana y el significado de la navidad. Esto es un ejemplo de la cristianización de otras culturas.
En la tradición cristiana el círculo refleja el ciclo de las estaciones, las ramas y hojas simbolizan a la naturaleza y las velas representan el origen y fuente de la vida por medio de la luz.