Son complacientes animales de carga pero hasta cierto punto. Si una llama está sobrecargada, simplemente se negará a moverse. A menudo se tumba en el suelo y escupe, silba y da patadas a su dueño hasta que aligera el peso.
Las llamas pastan en la hierba y, al igual que las vacas, regurgitan la comida y la rumian. Mastican la hierba durante un tiempo antes de tragarla para hacer la digestión completa. Pueden sobrevivir comiendo diferentes tipos de plantas y necesitan muy poca agua. Estas características las convierten en un animal fuerte y seguro incluso en terrenos montañosos poco densos.
Este animal es útil para el hombre no sólo en relación con el transporte. Se puede elaborar cuero con su piel y su lana es utilizada para fabricar cuerdas, alfombras y otros tejidos. El excremento de las llamas se seca y quema para hacer combustible. Incluso una vez muertas pueden ser de utilidad para sus dueños: su carne es comestible.