Pintar con colores nuestros muebles antiguos es una opción DIY que nos encanta. Si contamos con la suerte de tener piezas antiguas tan sólo tenemos que escoger un buen color y poneros manos a la obra; una tarea ideal para el fin de semana!
Estos muebles pintados con colores llamativos pueden convertirse en el foco decorativo de cualquier espacio. Así, lograremos crear un ambiente mucho más personal en el que el mueble en cuestión se destaque en el conjunto.
No importa si se trata de un mueble de cocina, comedor o dormitorio. Optar por un aparador, por ejemplo, y pintarlo de un color vivo como pueda ser el amarillo o el rosa, sin lugar a dudas dará resultados increíbles. Asimismo, también podemos optar por una vitrina llamativa en un color verde para nuestro salón.
Si queremos hacerlo nosotros mismos, es importante saber que ante todo hay que lijar primero el mueble para quitar los restos del barniz o pintura anterior. Esta tal vez sea la tarea más dura, pero completamente necesaria, pues de otra forma, nuestra nueva pintura no se fijará bien a la superficie a pintar.
Asimismo, debemos dejar secar muy bien, sobre todo si pensamos en un acabado envejecido (rascando posteriormente ciertas zonas del mueble). En este acabado, si la pintura está muy húmeda, sólo conseguiremos esparcirla de forma uniforme teniendo que pintar nuevamente el mueble.