Los solsticios, ya sean de invierno o de verano, actualmente son nuestros mejores referentes para definir el paso de las estaciones del año dado que tras el cambio climático y sus efectos, cada es más difícil dilucidar en qué estación del año nos encontramos.
¿Qué provoca el solsticio de verano?
El solsticio de verano se produce debido a la inclinación de la Tierra, la cual conforme orbitamos alrededor del Sol, provoca que existan dos puntos o momentos en los que el Sol está en su punto más alto en el cielo.
La máxima inclinación ocurre dos veces al año por cada hemisferio
Es decir, el Sol alcanza su posición más alta en el cielo en dos ocasiones. Para diferenciar si se trata de un solsticio de invierno y no verano se mide la posición solar: si el sol se encuentra al norte del horizonte se trata del solsticio de verano, si el Sol se ubica al sur entonces se trata del solsticio de invierno. En los países que están muy al norte el solsticio provoca un fenómeno conocido como “Sol de Medianoche” ya que el Sol es visible por 24 horas sobre el horizonte.
Es el día más largo del año
Conforme la Tierra alcanza cada vez más grados de inclinación y la posición del sol cambia, se suman minutos al día, hasta que el planeta alcanza una inclinación máxima de 23’ grados y 27 minutos con respecto al eje terrestre. A partir de tal día, los días comienzan a hacerse progresivamente más cortos y las noches más largas.
