Tras verlos caminar bajo el sol y a una temperatura de casi 40 grados
centígrados, trabajadores del muro fronterizo compartieron ayer su agua y
su comida con una familia de migrantes que buscaban entregarse a la
Patrulla Fronteriza para pedir asilo político a Estados Unidos. Después
de cruzar el río Bravo, dos hombres, dos niños y tres mujeres, una de
ellas con un bebé en brazos, comenzaron a caminar junto al muro
fronterizo.
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