Estuvo marcada por la liberación de las costumbres y
profundos cambios en la sociedad, la imagen se transformó y el cuerpo de
la mujer hizo alarde de una nueva libertad de movimiento. El regreso a
la naturaleza y los estilos múltiples eran el lema de la época. Studio
54 fue la legendaria discoteca neoyorquina en el apogeo de la música
disco y su mayor exponente fue Bianca Jagger. Además, surgió una
auténtica pasión por la ropa que venía de ciudades icónicas: chaquetas
afganas y mexicanas, vestidos y camisas largas de la India, túnicas y
chilabas, coronas de flores alusivas al flower power.