Barcelona.-
España e Italia reclamaron más ayuda de Europa en la lucha contra unos
brotes de coronavirus que seguían sin remitir, en la peor crisis europea
desde la II Guerra Mundial. En Estados Unidos, los autoridades
sanitarias pidieron a millones de residentes en la afectada ciudad de
Nueva York y sus alrededores que evitaran viajar para contener el virus.
Desde Milán a
Michigan, pasando por Madrid, los médicos tomaban duras decisiones sobre
qué pacientes salvar con los respiradores limitados de los que
disponían. La cifra global de muertos confirmados supero los 30 mil y
aparecieron nuevos focos de infección en importantes ciudades de Estados
Unidos como Detroit, Nueva Orleans y Chicago. Ni siquiera las zonas
rurales se salvaron, con brotes en localidades del centro-norte de
Estados Unidos y en estaciones de esquí de las Rocosas.
Solo España e
Italia suponían más de la mitad de la cifra global de muertos y aún
registraban más de 800 muertes al día cada una.
Sin embargo, los
expertos señalaron que la cifra de fallecidos en todo el mundo estaba
muy por debajo de la real debido al número de pruebas realizadas y a
decisiones políticas sobre qué muertes se contabilizaban. A diferencia
de Estados Unidos, Francia seguía sin incluir las muertes en residencias
de ancianos o en viviendas particulares en su conteo de víctimas del
virus, a pesar de que se sabe que las residencias son focos de infección
en todo el mundo.
“Europa debe
demostrar que puede responder a esta llamada histórica”, dijo el sábado
por la noche el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte.
La crisis “afecta a
todos los sistemas económicos y sociales de los estados miembros”,
señaló. “Pelearé hasta la última gota de sudor, hasta el último gramo de
energía, para conseguir una fuerte, vigorosa y cohesiva respuesta
europea”.
El presidente de
Estados Unidos, Donald Trump, dio marcha atrás en su amenaza de imponer
una cuarentena sobre Nueva York y los estados vecinos, entre críticas y
cuestionamientos sobre la legalidad de la iniciativa. Pero los Centros
de Control y Prevención de Enfermedades emitieron una advertencia
instando a todos los residentes en la ciudad de Nueva York, y en zonas
cercanas de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut a evitar cualquier
desplazamiento no esencial durante 14 días.
Por impactante que
pueda resultar la advertencia para los estadounidenses, quedaba lejos
de las restricciones impuestas en Europa y otras regiones. Los parisinos
se arriesgaban a una multa si intentaban abandonar la ciudad, mientras
que los sudafricanos no podían siquiera pasear a sus perros ni comprar
alcohol. En Italia se acumulaban los ataúdes pese a las tres semanas de
estricto confinamiento, y los entierros se celebraban con apenas un
familiar.
El gobierno de
España anunció que endurecería el domingo las medidas de aislamiento al
prohibir la actividad económica no esencial, tras alcanzar otro récord
de 838 muertos en un día. Casi 6 mil personas han muerto ya en el país,
según el conteo oficial.
El responsable de
emergencias y alertas sanitarias en España expresó su esperanza de que
el brote se estuviera estabilizando y cerca de tocar techo en algunas
zonas.
Pero la crisis
está golpeando la economía global y poniendo una onerosa carga sobre los
sistemas nacionales de salud. El presidente del gobierno español, Pedro
Sánchez, pidió una respuesta más enérgica de la Unión Europea de 27
países para “el momento más crítico que ha vivido la Unión Europea desde
su fundación”.
España, Italia,
Francia y otros seis estados miembros han pedido que el bloque comparta
la carga de deuda emitiendo lo que los medios han apodado como
“coronabonos”, para ayudar a combatir el virus. Pero la idea ha
encontrado resistencias de otros miembros, liderados por Alemania y
Holanda.
Además, varios
países europeos se han resistido a compartir mascarillas y otro equipo
médico con sus vecinos por temor a que pronto los necesiten ellos
también en gran cantidad. Muchos países han acudido a China, donde el
brote está remitiendo, fletando aviones de mercancías para conseguir
mascarillas y otros equipos de protección.
Las infecciones en
todo el mundo superaron las 660 mil personas, con más de 30 mil muertes
entre los nuevos casos, según un recuento de la Universidad Johns
Hopkins.
Estados Unidos era
el país con más enfermos con 120 mil casos confirmados. Otros cinco
países tenían cifras de muertos más altas: Italia, España, China, Irán y
Francia. Italia sumaba más de 10 mil muertes, más que ningún otro país.
Egipto cerró sus
playas mientras los casos en Oriente Medio superaban los 50 mil. Polonia
consideraba aplazar sus elecciones presidenciales del 10 de mayo,
mientras que el primer ministro de Rusia, Mikhail Mishustin, ordenó el
cierre de sus fronteras desde el lunes.
Vietnam recortó
los vuelos internos y cerró restaurantes y otros negocios durante dos
semanas a partir del sábado. Las reuniones de más de 20 personas
quedaron prohibidas y el gobierno instó a las empresas a permitir que
los empleados trabajaran desde casa si era posible.
En la mayoría de
la gente, el nuevo virus causa síntomas o moderados como fiebre y tos
que desaparecen en dos o tres semanas. Pero puede matar o causar
complicaciones graves como neumonía a algunas personas, especialmente
ancianos y pacientes con problemas médicos previos.
Más de 135 mil personas se han recuperado ya, según la Universidad Johns Hopkins.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que derrotar al virus tomaría “semanas y semanas y semanas”.
Las autoridades
sanitarias de todo el mundo han instado a la gente a mantener una
distancia social de 2 metros (6 pies) de otras personas para detener la
expansión del virus, pero un nuevo reporte del Massachusetts Institute
of Technology indicó que eso podría ser insuficiente.
El reporte señaló
que una tos o estornudo de una persona infectada podía expulsar gotas
microscópicas con el virus a una distancia de 7-8 metros (de 23 a 27
pies) y esas gotas pueden permanecer horas suspendidas en el aire. Los
expertos dijeron que querían advertir al público sobre la “distancia,
margen temporal y persistencia que pueden recorrer esta nube y su carga
patógena”.