En la Misa celebrada en la Casa Santa Marta este lunes 30 de marzo, el
Papa Francisco animó a “no avergonzarnos de estar en la iglesia” que es
“Santa, pero con hijos pecadores” y comparó la historia de dos mujeres
para dar una enseñanza sobre qué hace el Señor ante los inocentes, los
pecadores, los corruptos y los hipócritas.
Durante su homilía, el Santo Padre comentó las lecturas de la Liturgia
del día y comenzó por el Salmo 23 que dice: “El Señor es mi pastor, nada
me falta. Por prados de fresca hierba me apacienta. Hacia las aguas de
reposo me conduce, y conforta mi alma; me guía por senderos de justicia,
en gracia de su nombre”.
En esta línea, el Pontífice explicó que esas palabras del Salmo son “la
experiencia que han tenido dos mujeres”, al referirse a la primera
lectura del libro del profeta Daniel capítulo 13 y al pasaje del
Evangelio de San Juan (8:1-11). Luego, el Papa Francisco
comparó la historia de estas dos mujeres para recordar que la Iglesia es
“santa, pero con hijos pecadores” figura de la Iglesia de un Padre de
la Iglesia.
“Una mujer inocente acusada falsamente, calumniada. Y una mujer
pecadora. Ambas condenadas a muerte. La inocente y la pecadora. Algún
Padre de la Iglesia veía en estas mujeres, una figura de la Iglesia: ‘Santa, pero con hijos pecadores’ decían en una bella expresión latina, la Iglesia es la ‘casta meretrix’, la santa con hijos pecadores”, dijo el Papa.