No está aquí; ¡ha resucitado! Recuerden lo que les dijo cuando
todavía estaba con ustedes en Galilea:
“El Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de hombres
pecadores, y ser crucificado, pero al tercer día resucitará.”
Lucas 26:6-7
El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos,
y por consiguiente todos murieron.
Y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí,
sino para el que murió por ellos y fue resucitado.
2-Corintios 5:14-15
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