Borrar
el pasado no implica borrar los recuerdos. Es en realidad un empezar de
cero otra vez, un borrón y cuenta nueva de creencias, mandatos, culpas y
demás “enseñanzas” que venimos aprendiendo desde niños y que hoy, de
alguna manera, nos parecen tóxicas, no sanas, etc.
Cambiar nuestra historia personal
Los pasos del ejercicio para cambiar nuestra historia son los siguientes:
Buscamos un sitio cómodo y tranquilo, nos podemos sentar en una silla con la espalda recta.
Siempre
es recomendable crear el ambiente adecuado. Para ello podemos encender
una vela, un humificador o un incienso. Detalles que “nos conecten” con
el trabajo que vamos a realizar.
Comenzamos haciendo tres respiraciones profundas.
Con los ojos cerrados nos visualizamos sentados en una silla.
A nuestra espalda visualizamos una pizarra completamente escrita.
No
podemos ver lo que pone, pero sabemos que hay miles de frases en letra
pequeña con nuestras creencias, con las enseñanzas que vamos a dejar
atrás.
Visualizamos el color de la pizarra y el de la letra.
Nos mantenemos unos segundos con esa imagen mental y decimos: “Os doy las gracias y les digo Adiós”.
Mentalmente nos incorporamos, cogemos un borrador y borramos todo lo escrito, dejamos la pizarra complemente vacía.
Por último, limpiamos el borrador con agua cristalina, con agua llena de luz.
Volvemos a la silla y nos sentamos.
Terminamos el ejercicio con otras tres respiraciones largas y profundas.
Es recomendable realizar este ejercicio por lo menos una vez al día, ya sabes que la repetición es igual que aprendizaje.
La
persona que en su momento me explicó los pasos de esta visualización me
dijo que también la practicaba utilizando una pizarra de verdad.
Escribía en ella todo lo que quería soltar. Me contó que obtenía buenos
resultados.
Quisiera añadir que si no
dispones de una pizarra puedes practicar este ejercicio para soltar
utilizando un folio de papel o una cartulina pegada en la pared. Nos
podemos adaptar siempre, los límites se los pone uno mismo.