Esta espectacular planta se compone de múltiples hojas largas y
curvadas y una bráctea en forma de espiga de un llamativo color rosa.
Pero esta bráctea no es la flor, sino que sirve para proteger las
pequeñas flores violetas que nacen sobre ella. Pertenece a la familia de
las Bromelias y es una planta epífita, es decir, que crecen sobre otras
plantas y se aprovechan de sus nutrientes (la orquídea también lo es).
Respecto a sus cuidados, necesitan temperaturas entre 15 y 25º, lo que
las hace perfectas para interior, y una iluminación indirecta. El exceso
de agua puede ser perjudicial y la mejor manera de regalarla es
mediante pulverización (hojas y capa superficial de tierra) una vez a la
semana. Dos durante los meses de más calor.
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