La suma de la perseverancia, la constancia y
la ilusión es lo que nos da como resultado el éxito, y este el que nos
ayuda a ser felices en nuestro día a día
Para llegar a ser una mujer feliz y exitosa no se necesitan grandes cosas, solo unas adecuadas estrategias psicológicas en las que invertir cada día para crecer como persona.
El éxito, y esto hay que dejarlo claro desde un principio, no está en tener un alto cargo,
en que nuestro nombre sea conocido o en tener una extensa red social
donde alzarnos como una figura de renombre que causa admiración.
Es algo más sencillo, más atómico y más básico. El auténtico éxito está en poder alcanzar la satisfacción personal, el éxito para uno mismo al haber conseguido un equilibrio entre sueños y logros.
Hablamos de tocar con los dedos esa felicidad donde una misma se
siente capaz de cualquier cosa, siendo fuerte, libre, resuelta y sin
miedo al futuro, al qué dirán o al qué no dirán. Te proponemos 6 estrategias para que alcances tu propio éxito, ese que tienes en mente y que, tal vez, está escondido entre incertidumbres e inseguridades.
1. Invierte cada día en tu propio desarrollo personal
¿A qué nos referimos cuando hablamos de desarrollo personal?
Estamos seguros de que has oído hablar de este término en muchas
ocasiones, que has leído más de un libro y múltiples artículos.
No obstante, es importante que tengas en cuenta un aspecto: cada persona debe ser muy consciente de qué dimensiones psicológicas son sus puntos débiles. El crecimiento personal es algo propio y, por ello, no a todos nos sirven las mismas recetas, los mismos consejos.
Tal vez tu talón de Aquiles esté en tu incapacidad para tomar
decisiones sin tener en cuenta la opinión de los demás. O tal vez seas
demasiado condescendiente, complaciente o insegura. Ahonda primero en tus carencias para saber qué áreas de tu crecimiento personal debes reforzar para ser una mujer feliz.
2. Sé realista en el tipo de objetivos que quieres lograr
Nadie puede escalar una montaña dando saltos de aquí para allá. El ascenso se hace colocando manos y pies en rincones firmes y seguros, teniendo muy claro qué cima queremos coronar.
En lo que se refiere a nuestro objetivo por alcanzar el éxito y ser una mujer feliz sucede lo mismo: debemos ser prudentes y muy realistas. Para ello, hazte las siguientes preguntas:
¿Los objetivos que me he propuesto son creíbles?
¿Qué aptitudes tengo que puedan permitirme alcanzarlos?
¿Son objetivos a corto o a largo plazo?
¿Qué recursos, estrategias o habilidades necesito para alcanzarlos?
¿Hay algo que haya hecho antes que se relacione con esos objetivos y que me dé una pista que me permita alcanzarlos?
El plan de acción que nos llevará hacia ese éxito debemos elaborarlo nosotras mismas. Debe ser nuestro, con nuestros propios planes, proyectos detallados, con nuestras propias ilusiones invertidas…
Esa ruta que hemos planificado está formada por objetivos a corto y a largo plazo.
Cada día debemos invertir en ese plan de acción tiempo, ánimos y energías.
No hay excusas para descuidarlo. Hemos de ser conscientes de que cada cosa que se empieza debe terminarse.
4. Oídos sordos a las opiniones necias, hirientes o poco útiles
Tu felicidad es cosa tuya. Tu plan de éxito es algo personal, un sueño que lleva tu nombre y que nadie debe ridiculizar o menospreciar.
Estaremos abiertas a las buenas ideas, a los consejos sabios, a los
ánimos, a las nuevas perspectivas que puedan sernos útiles. Sin embargo,
haremos oídos sordos a quien nos dice aquello de «tú no puedes», «tú no sabes», «tú no mereces» o «a estas alturas ese tren ya ha pasado para ti».
5. Persiste y resiste: para ser una mujer feliz debes cruzar tu zona de confort
Llegarán momentos difíciles, días de dudas e instantes en que nos
preguntemos dónde nos hemos metido. Esos pensamientos son pruebas que
deberás superar, porque nuestro cerebro es muy resistente al cambio y siempre nos susurrará aquello de «quédate donde estás, vuelve a tu zona de confort».
Sin embargo, recuerda: nada nuevo crece en tu zona de confort. La
ilusión no brilla en ese rincón cómodo y rutinario. Para alcanzar el
éxito y abrazar la felicidad hay que resistir y persistir, cada día y a
cada instante.
6. Agradece cada logro, cada paso que das cada día hacia el éxito
Agradecer cada paso que damos no es un acto de narcisismo. Es
reconocer en nosotras mismas cada logro, cada esfuerzo realizado y el
resultado que hemos obtenido de ello. Ser capaz de reconocer los logros es igual de importante que saber en qué nos equivocamos.
Es así como se alcanza el éxito, siendo humildes, realistas,
objetivos y practicando esa autoconciencia donde percibirnos como seres
valiosos, personas dignas que luchan día a día por sus sueños. Da las gracias por cada alegría, por cada triunfo, sin dejar de mirar a tu objetivo.
Conseguir ser una mujer feliz es un proceso en el que invertir a
cada instante. Si nos rendimos lo perdemos todo, y el éxito no es más
que una combinación entre la perseverancia, la constancia y la ilusión permanente.